Limpiar la rejilla de una barbacoa es fundamental si quieres que se mantenga en perfectas condiciones y funcione de la forma adecuada, sobre todo cuando llega el buen tiempo y las reuniones al calor del sol y de una buena barbacoa se multiplican.
Ten en cuenta que, para limpiar la parrilla, es muy importante eliminar los restos de comida y la grasa acumulada de forma regular. Sin duda, lo mejor es limpiarla después de cada uso.
Varios son los pasos que debes llevar a cabo para conservar tu barbacoa en buen estado mucho tiempo. Además de seguirlos después de cada uso, es recomendable realizar la limpieza también antes de utilizarla, para asegurarse de que está en buenas condiciones para cocinar. Como medida de seguridad, te recomendamos que utilices guantes para evitar el contacto con algunos productos que veremos en breve.
El primer paso para eliminar los restos que se quedan en las rejillas es encender la barbacoa y colocarlas encima del fuego. En las barbacoas con tapa es necesario cerrarlas y esperar entre 20 y 30 minutos para que la grasa y desperdicios que quedaban pegados se quemen. Como ayuda puedes utilizar papel de periódico o un cepillo metálico mientras la parrilla sigue caliente.
Para los siguientes pasos, es necesario que la barbacoa se enfríe porque hay que limpiar las diferentes partes por separado.
Cuando se haya enfriado la barbacoa, es el momento de desmontarla. Quita los restos y las cenizas de la bandeja en la que se acumulan con una pala o un cepillo. Este paso puede manchar mucho, por lo que te recomendamos no llevar ropa de color claro.
Como se habla de materia orgánica, acuérdate de tirarla en el contenedor apropiado.
Adquiere un limpiador especial para barbacoas que elimine la grasa de la rejilla y frótala con un cepillo de cerdas duras. Pronto verás cómo la grasa y los restos de comida quemada van cayendo.
¿La suciedad persiste? Aplica el producto de nuevo, déjalo actuar y vuelve a la carga con el cepillo. Por último, utiliza agua caliente para eliminar los restos del limpiador y deja que la parrilla se seque.
También hay que limpiar la bandeja en la que se encontraban las cenizas. Del mismo modo que con las rejillas, puedes usar un limpiador específico y frotar con el cepillo.
Para el exterior, usa un paño húmedo y un detergente suave. Si hay manchas persistentes, utiliza agua y vinagre, pero no son recomendables los productos químicos si tu barbacoa tiene un acabado delicado.
Solo queda revisar las partes que menos usas. Si es móvil y las ruedas se desplazan con dificultad después de muchos usos, pon aceite para que vayan como el primer día.
Una vez que tienes tu barbacoa limpia, ya está preparada para el próximo uso. Después de esto toca el encendido de la barbacoa, que dependerá del tipo de combustible.
Para mantener una barbacoa en buenas condiciones y garantizar un rendimiento óptimo son necesarios productos y accesorios específicos. Entre los imprescindibles se encuentran cepillos de cerdas resistentes, raspadores de rejilla, detergentes especializados, guantes de protección y fundas impermeables para protegerla de la intemperie.
Estos elementos no solo facilitan la limpieza, sino que también aseguran una experiencia de barbacoa segura y sin complicaciones. Además, si son específicos, mucho mejor. El tiempo que lleva limpiar la parrilla y la barbacoa en general es menor y queda en mejor estado. Por ejemplo, este kit de limpieza para barbacoas con cepillo, espray, esponjas y paño: un todo en uno que te puede durar años.
Para eliminar los restos de las parrillas, un cepillo de acero inoxidable como el de Weber, que ha sido diseñado para limpiar la rejilla en todas sus partes, sin dejar ni rastro de grasa o de restos de comida. En Repsol contamos con todo tipo de accesorios para barbacoas, tanto para su empleo como para su mantenimiento y limpieza.
El acero inoxidable está preparado para que puedas usar sin problemas cualquier producto de los que ya se han mencionado.
También se puede optar por elementos naturales para limpiar la parrilla de tu barbacoa, por ejemplo, el vinagre, o una mezcla de bicarbonato de sodio y agua, con un cepillo de cerdas resistentes, agua caliente y un paño de microfibra. Una vez esté limpia, se puede enjuagar con agua tibia y secar con un paño.
Si la barbacoa tiene partes oxidadas, no hay que darla por perdida. Es posible restaurarla para seguir usándola:
Es cierto que, al no utilizar carbón, se ensucia menos. Aun así, quedarán restos de comida y de grasa cada vez que la emplees, por lo que te recomendamos limpiar la parrilla, al menos, una vez al mes. Ya sabes, hazte con guantes, cepillo de cerdas duras, paños y esponjas, aceite vegetal y productos desengrasantes especiales para limpiar rejillas de barbacoa.
Las barbacoas con bombonas de butano o propano son sencillas de instalar para el verano. Y rápidas a la hora de preparar la comida. Te damos unos consejos para usar las bombonas correctamente.
Pero ¿dónde comprarlas? Están disponibles en nuestras estaciones de servicio, en nuestros puntos de venta y también en nuestra web.
Si tienes una barbacoa de obra, razón de más para tenerla bien limpia. Eso sí, cuidado con la limpieza de los ladrillos, ya que, si usas químicos abrasivos, pueden perder su color y deteriorarse. Estos son los pasos que debes seguir:
En cualquier caso, no olvides que, la limpieza de una barbacoa debe hacerse después de cada uso para que quede en perfectas condiciones. Si tienes que cambiar de barbacoa porque la tuya ya está muy vieja, debes considerar una serie de factores para escoger la mejor barbacoa para ti.
La barbacoa es mucho más que un simple electrodoméstico; es el corazón de las reuniones familiares y sociales, donde se comparten risas, conversaciones y deliciosas comidas a la parrilla. Consigue la tuya en la tienda online de Repsol y recíbela en 24/48 horas laborables.
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