Un dulce capricho convertido en crema de licor. Suave, envolvente y con cuerpo. Juega a descubrir sus aromas: almendras, chocolate blanco, galletas, turrón. Un trago siempre apetecible. Perfecto para disfrutar en la sobremesa o para terminar la noche con buen sabor de boca.
Es también ideal como ingrediente para cócteles, ya que logra buena sintonía con whisky, ron o vodka, entre otros destilados a los que acompañar según el gusto de cada uno con chocolate en virutas, vainilla, coco o jengibre. Elementos que despiertan recuerdos agradables en el paladar, con los que sorprender a la pareja o los amigos y darse un auto homenaje ahora que la mixología es tendencia.