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El mantenimiento de un coche eléctrico es fundamental para asegurar su rendimiento y prolongar su vida útil. Estos vehículos requieren menos revisiones que los coches de combustión interna, ya que cuentan con menos piezas móviles como por ejemplo pistones, la biela o el embrague (en coches con transmisión manual), lo que implica un menor coste.
En este post te contamos los puntos clave del cuidado de un coche eléctrico y la diferencia frente a un vehículo de combustión.
Aspectos a tener en cuenta a la hora de realizar el mantenimiento del vehículo eléctrico
Un coche eléctrico tiene una tecnología sencilla con un pequeño número de componentes (un 60 % menos que los de combustión) y necesitan controles rutinarios para asegurar que todo funcione correctamente. En ellos se inspeccionan componentes críticos:
- Electrónica de potencia: las conexiones eléctricas, el aislamiento de los cables, el motor y la batería. Esta revisión debe realizarla un equipo de expertos.
- Batería: es el componente más importante de un coche eléctrico. Aunque están diseñadas para durar toda la vida útil del vehículo, es necesario monitorear su estado y capacidad regularmente. Se recomienda revisar el sistema de gestión de la batería y mantenerla cargada dentro de los niveles óptimos. Te contamos aquí cómo cuidarla.
- Cable de carga: relacionado con el punto anterior, debe estar limpio y seco. Principalmente, no debe mojarse cuando se está produciendo la recarga del coche.
- Líquido de frenos: aunque la frenada regenerativa reduce el desgaste de los frenos, el líquido de frenos debe ser revisado y cambiado según las recomendaciones del fabricante. La mayoría de los fabricantes sugieren sustituir el líquido de frenos cada dos años o 30.000 km.
- Sistema de refrigeración: algunos coches eléctricos utilizan un sistema de refrigeración líquida para mantener la batería y el motor a una temperatura óptima. Es necesario comprobar y cambiar el líquido refrigerante según las indicaciones del fabricante.
- Filtro de polen o del habitáculo: con el objetivo de mantener una buena calidad del aire en el interior del coche, debes remplazarlo cada 30.000 km o cada 2 años. Este filtra las partículas que entran a través del aire acondicionado y la climatización.
- Limpiaparabrisas: tanto el líquido como las escobillas deben ser revisadas y cambiadas. Del mismo modo que para un coche de combustión interna, estos se desgastan con el uso.
- Neumáticos: estos pueden ser específicos de cada modelo para una mejor resistencia a la rodadura. Debido a la instantánea entrega de torque (capacidad de un motor eléctrico para proporcionar su máxima fuerza de giro al instante, desde el momento en que se acelera) en los coches eléctricos los neumáticos pueden desgastarse más rápido. La comprobación de estos es esencial para la seguridad de los pasajeros.
- Frenos: aunque se utilizan menos gracias a la frenada regenerativa (sistema que recupera la energía cinética del coche durante el frenado y la convierte en electricidad para recargar la batería), es importante verificar su estado regularmente.
Lo más recomendable es llevarlo a la casa en la que adquiriste el coche o a un taller oficial.
Ventajas del mantenimiento de un coche eléctrico
Llevar a cabo el cuidado de tu vehículo eléctrico cada cierto tiempo, te permite conservarlo en buen estado. Así, te aseguras un rendimiento óptimo y prolongas su vida útil.
Aquí se detallan algunos de los principales beneficios:
- Durabilidad del sistema eléctrico: las revisiones y preservación adecuada de los componentes eléctricos, como la batería, el motor y los cables, garantiza que el sistema funcione de manera eficiente. Esto ayuda a prevenir fallos prematuros y asegura una mayor durabilidad del vehículo.
- Eficiencia energética: cuidar los sistemas de gestión de la batería y el motor eléctrico contribuye a maximizar la eficiencia energética. Un coche eléctrico bien mantenido conservado utiliza la energía de manera más efectiva, lo que se traduce en una mayor autonomía por carga.
- Seguridad vial mejorada: mantener los frenos, neumáticos y sistemas de suspensión en condiciones óptimas es fundamental. De esta forma, te aseguras de que todos los componentes críticos funcionen correctamente, reduciendo el riesgo de accidentes.
- Gastos de reparación reducidos: un mantenimiento preventivo puede identificar y solucionar problemas menores antes de que se conviertan en reparaciones costosas. Detectar y corregir fallos incipientes en la batería o en otros sistemas eléctricos puede evitar desembolsos significativos a largo plazo.
- Valor de reventa: es más alto con un historial de cuidados bien documentado. Los compradores potenciales valoran la tranquilidad de saber que el vehículo ha sido bien cuidado y está en buenas condiciones.
En resumen, el mantenimiento regular de un coche eléctrico es importante para garantizar su fiabilidad, eficiencia y seguridad, además de ser una inversión en la longevidad y el valor del vehículo.
Mantenimiento del coche eléctrico vs. gasolina
Algunos elementos comunes en coches propulsados por combustibles fósiles no se encuentran en esta nueva tecnología, como la caja de cambios, el embrague, la correa de distribución o la válvula EGR, el filtro de partículas y el catalizador. Así podemos ver sus diferencias en la siguiente tabla:
Aspecto | Mantenimiento en Coche Eléctrico | Mantenimiento en Coche de Gasolina |
Motor | Monitoreo del sistema eléctrico y refrigeración del motor. | Cambios de aceite, revisiones de la correa de distribución y mantenimiento regular del motor térmico. |
Frenos | Revisión y cambio del líquido de frenos. La frenada regenerativa reduce el desgaste de las pastillas de freno. | Cambio de pastillas y líquido de frenos con mayor frecuencia debido al mayor desgaste. |
Operaciones de mantenimiento |
Revisiones periódicas de conexiones eléctricas, estado de la batería y sistema de refrigeración si lo tiene. |
Cambio de filtros (aceite, aire, combustible), bujías y correas regularmente. |
Sistema de escape y emisiones | No tiene, por lo que no requiere mantenimiento. | Revisión del sistema de escape y control de emisiones (catalizadores, sondas lambda). |
Batería | Monitoreo y mantenimiento de la batería, incluida la revisión del sistema de gestión y refrigeración. | Revisión la batería de arranque. |
Sistema de refrigeración | Algunos modelos requieren revisión y cambio del líquido de refrigeración para la batería y el motor eléctrico. | Revisión y cambio del líquido del motor para evitar sobrecalentamiento. |
Transmisión | No tiene una caja de cambios compleja; el mantenimiento se limita a revisar el estado del sistema de transmisión directa | Cuidado de la caja de cambios y transmisión, incluyendo cambio de aceite. |
Piezas móviles | Número menor de componentes, con un mantenimiento enfocado en rodamientos y suspensión. | Numerosas piezas móviles, incluidas válvulas, pistones, y sistemas auxiliares. |
Para los coches eléctricos no son necesarias muchas operaciones de mantenimiento. Al no tener un motor de combustión, no es necesario cambiar el aceite, la correa de distribución o el filtro de aire. Esto simplifica el cuidado del vehículo y reduce los costes asociados.
Además, con sistemas como la frenada regenerativa, se aprovecha al máximo la energía, ya que se recarga el coche a la vez que se frena aprovechando más la energía y se reduce el desgaste de los frenos, lo que disminuye la frecuencia de cambios de las pastillas de freno.
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¿Cuánto cuesta mantener un coche eléctrico?
El coste puede variar dependiendo del modelo y del uso, pero en general es más bajo que el de un coche de combustión. Algunos factores que influyen son:
- Frecuencia de revisiones: los eléctricos tienen una mayor autonomía, por lo que las revisiones periódicas son necesarias pasado más tiempo, cada dos años o a partir de 30.000 km recorridos.
- Piezas que reemplazar: al contar con un número reducido de piezas móviles se reduce la necesidad de reparación y reemplazos frecuentes.
- Costes de servicio: aunque hay gastos asociados con el mantenimiento de la batería y el sistema eléctrico, estos son generalmente menores en comparación con los costes de mantenimiento de los motores de combustión interna.
Así, el gasto medio aproximado por el mantenimiento en 5 años sería:
- Diesel: 1350 €
- Gasolina: 850 €
- Eléctrico: 450 €
Al seguir las recomendaciones de mantenimiento y realizar revisiones periódicas, los propietarios pueden asegurarse de que tu coche eléctrico funcione de manera eficiente y tenga una larga vida útil.
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