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Mantener la limpieza de tu estufa de gas no es solo una cuestión de estética, sino también de seguridad y eficiencia. A lo largo de este artículo, te proporcionaremos una guía completa de cómo hacerlo correctamente.
Si alguna vez has tenido dudas acerca de cómo limpiarla, este es el lugar adecuado.
Además, te daremos consejos sobre cómo mantener tu dispositivo en óptimas condiciones y obtener el mejor rendimiento.
El mantenimiento y limpieza son cruciales por varias razones. En primer lugar, un equipo limpio funciona mejor, lo que incrementa su eficacia y durabilidad. Por otro lado, la acumulación de suciedad o grasa es peligrosa y puede provocar situaciones de riesgo.
Además, un buen mantenimiento evita malos olores que puedan surgir durante el uso. Si alguna vez has sentido un olor extraño mientras estaba encendida, puedes consultar aquí si es normal ese olor a gas.
Para llevar a cabo una limpieza completa de tu estufa de gas, has de seguir los siguientes pasos.
Antes de empezar, asegúrate de que está apagada y desconectada de la toma de gas. Retira cualquier objeto cercano que pudiera estorbar durante la puesta a punto.
Algunas tienen elementos como parrillas o quemadores que puedes desmontar. Retira estas partes para poder limpiarlas de manera más eficaz.
Para limpiar las superficies, utiliza un paño humedecido con una mezcla de agua y jabón. Evita usar productos químicos fuertes que puedan dañar los componentes.
Limpia cuidadosamente todas las superficies externas. Presta atención a las zonas donde se pueda haber acumulado grasa o suciedad.
Lava las parrillas o quemadores que hayas retirado usando una esponja y agua con jabón. Asegúrate de que estén completamente secos antes de volver a colocarlos.
Aunque las estufas de gas son seguras, es importante comprobar que todas las conexiones de gas están en buen estado para evitar fugas.
Una vez que todo esté limpio y en su lugar, realiza una pequeña prueba para asegurarte de que funciona correctamente.
Con estos sencillos pasos, quedará como nueva y lista para ofrecer un rendimiento óptimo durante los meses más fríos del año.
Esta es una tarea que suele pasarse por alto, pero es vital prestarle atención. Este pequeño orificio es el encargado de regular el flujo de gas hacia los quemadores.
Antes que nada, localiza el chiclé. Por lo general, se encuentra cerca de los tubos de gas que alimentan los quemadores.
Es fundamental desconectar la estufa de la toma de gas antes de empezar cualquier procedimiento de mantenimiento. Además, cierra la llave de paso del gas.
Quizás necesites retirar algunas piezas para llegar al chiclé. Hazlo con cuidado y guarda los tornillos en un lugar seguro.
Una vez localizado, usa un alfiler o una aguja fina y retira suavemente cualquier obstrucción visible. Evita herramientas más grandes, ya que podrían ensanchar el agujero.
Una técnica efectiva es utilizar una lata de aire comprimido para eliminar las partículas más pequeñas que puedan haber quedado atrapadas.
Una vez limpio, monta de nuevo cualquier componente que hayas desmontado y realiza una prueba de funcionamiento para comprobar que el gas fluye adecuadamente.
Este componente también requiere atención en las labores de mantenimiento. A continuación, te explicamos cómo limpiarlo:
Además de una limpieza regular, hay otras medidas que puedes tomar para que tu estufa funcione eficientemente durante mucho tiempo:
Ahora que ya sabes cómo mantener y limpiar tu estufa de gas, es hora de poner en práctica estos consejos. No solo prolongarás su vida útil, sino que tendrá un funcionamiento más seguro y eficiente. Si todavía no tienes en tu hogar este aparato de calefacción, consulta nuestro catálogo de estufas. Compra ahora y recíbela en 24/48h laborables al mejor precio.
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