¡Noticia! Esta del 2018 fue la añada más cálida y temprana en la historia de K5. “Será inolvidable y digna de seguimiento en los años futuros ya que supuso un clima atípico en nuestra zona pero con vinos muy apegados al terruño”, afirman los expertos de la bodega. La sanidad de las uvas fue excepcional con niveles de azúcar parecidos a otros años y la frescura característica de estos vinos.
Es un txakoli cristalino, con ese color amarillo verdoso que entusiasma a los amantes de estos vinos. En su fase olfativa, las notas de las manzanas de reineta y los minerales de esta tierra se hacen palpables. Y todo ambientado en el aroma salado del Cantábrico.