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Con el paso del tiempo, van surgiendo nuevas soluciones de calefacción, un tema que hemos abordado en varias ocasiones. Pero ¿y qué hay de las opciones más tradicionales? Estas se han reinventado y diversificado, como sucede con los distintos tipos de chimeneas. Si crees que los conoces todos, en este post te vamos a demostrar que no es así.
La elección está en tu mano, pero nosotros queremos acompañarte durante el proceso. Tendrás la ocasión de ver cuáles son las más recomendadas en plena transición ecológica, pero también en medio de la crisis energética. Esta es nuestra propuesta para que este invierno lo pases con mayor confort que nunca.
Los tipos de chimeneas que existen
Las chimeneas son ideales para aportar calor de una manera más natural, pero esto no quiere decir que sean costosas o contaminantes. Es más, en muchos casos te permiten ahorrar en comparación con otros medios de calefacción, así que conviene echar un vistazo a los principales tipos.
De leña
Funcionan con troncos, ramas y cualquier otro resto de madera, por lo que se trata de la alternativa más tradicional. Son muy ecológicas, puesto que, al quemarse, contaminan lo mismo que si se degradaran en el bosque. Además, este combustible es bastante más estable en el precio porque está disponible en grandes cantidades.
Chimeneas eléctricas
Las son perfectas para las estancias pequeñas o medianas, pues calientan en muy poco tiempo, y constituyen una opción muy ecológica al reducir las emisiones de dióxido de carbono. Desde el punto de vista decorativo, hay quienes las prefieren porque su pantalla led imita las llamas con un realismo bastante sorprendente. Descubre las chimeneas eléctricas al mejor precio que ofrecemos en Repsol
De bioetanol
Estas son consideradas como las más respetuosas con el medioambiente, para lo que se ha acuñado el término de combustión limpia. Utilizan el alcohol obtenido de plantas, que es muy duradero y no produce humos en su combustión. Te recomendamos este tipo de chimenea si no quieres invertir en una instalación compleja ni conectarla a la red.
De gas
Las de gas son las que más rápido se encienden y se apagan (lo hacen de manera casi automática) y casi no necesitan mantenimiento. Además, gracias a nuestro servicio de butano y propano, puedes hacer el pedido desde tu teléfono móvil y recibir la bombona en casa a la hora que nos indiques.
De pellets
Conocidos también como biomasa sólida, los pellets son restos naturales y orgánicos que han sido comprimidos. Cuentan con excelente poder calorífico, dado que están libres de humedad. De este modo, las chimeneas con este combustible queman con mayor rapidez y aportan el calor necesario en menor tiempo.
¿Cuál es la chimenea que calienta más?
Una de las características indispensables de cualquier tipo de chimenea es su poder calorífico. Podríamos definirlo como la cantidad de energía que produce un material en función de su masa. En este sentido, la OCU elaboró un estudio sobre la opción más recomendable.
Las chimeneas de pellets generan 1800 kcal por cada kilo, una cantidad superior a otras alternativas. De hecho, superan a las de leña, consideradas hasta hace poco como las que tenían un mayor potencial. Pero ¿cuáles son los motivos que lo justifican? Estos son los tres principales:
- Cuando se comprimen, se les extrae el aire para que tengan menos espacios huecos en su interior.
- Pasan por un proceso de deshidratación para eliminar el agua y permitir que se calienten con intensidad.
- Gracias a su composición química, reaccionan mejor al encendido de la placa que tienen las chimeneas.
Un factor que suele afectar al poder calorífico es la acumulación de cenizas, que obstruye la liberación de aire caliente. Los pellets las producen en muy pequeñas cantidades, alrededor del 1 % de su peso. Esto no solo implica que calentarás la habitación en pocos minutos, también que no tendrás que limpiar con tanta frecuencia los conductos.
¿Qué tipo de chimenea consume menos?
El consumo es el último factor que debemos considerar. Las chimeneas eléctricas son las más sostenibles en este sentido, dado que permiten aprovechar el 100 % de la energía que requieren y transformarla en calor. Lo hacen, por si fuera poco, de un modo más prolongado y sin picos que pudieran suponer un mayor coste económico.
Si lo llevamos al corto-medio plazo, también observamos una ventaja fundamental. Como están conectadas al suministro, no necesitas una salida de humos en el exterior de la vivienda, con las obras que ello conllevaría. De este modo, te ahorras el precio de la instalación en gran medida, así como el de la mano de obra.
La pérdida de energía es nula con este tipo de chimenea, cosa que no sucede con la leña o los pellets. En ambos casos, el desperdicio oscila entre el 10 % y el 30 %. Es decir, todo lo que inviertas en electricidad lo estarás recuperando en calor para tu casa. Además, hay otras tres ventajas que has de valorar:
- Cuenta con temporizador: es indispensable para que programes la chimenea y controles su funcionamiento.
- Es más fácil incorporar un termostato: te ayudará a mantener la temperatura que desees sin gastar más.
- Requiere menos mantenimiento: esto significa un ahorro mayor a medio y largo plazo.
Con el fin de que aproveches estos beneficios, es primordial que escojas una con la calificación energética adecuada. Respecto a la potencia, ronda los 900 - 2500 W, según la media del mercado.
Lo cierto es que nos fascina ver que hay más tipos de chimeneas en el mercado, y que tienen cada vez mayor calidad. Como consumidor, es importante que elijas la más adecuada para ti, de manera que puedas ahorrar incluso en los meses más fríos. Entra en nuestra tienda online y descubre los diferentes modelos que te ofrecemos. Consulta también nuestras tarifas, están pensadas para darte el apoyo que necesitas. ¡Descúbrelas!