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El sistema de lubricación del motor diésel o gasolina es un elemento clave para el correcto funcionamiento de tu coche, ya que se encarga de enviar el aceite a todas las partes del motor. En este artículo, vamos a profundizar en su funcionamiento y veremos cuántos tipos existen y cómo funcionan.
Sistema de lubricación de los motores diésel
El sistema de lubricación del motor diésel actúa mediante una bomba de aceite que se encarga de enviar el lubricante a presión por todo el circuito. El aceite permanece almacenado en un cárter hasta que la bomba lo succiona y lo envía al filtro. Una vez filtrado, se reparte por todos los componentes del motor, como las bielas, el cigüeñal, los pistones o los árboles de levas. Debido al método de ejecución del proceso, es importante que el lubricante sea capaz de soportar altas temperaturas y presiones.
Sistema de lubricación de los motores de gasolina
El sistema de lubricación del motor de gasolina es similar al de los motores diésel. El aceite se almacena en un cárter, desde donde es succionado por una bomba y enviado a través de unos conductos hasta los componentes del motor.
La principal diferencia entre ambos sistemas es que, en los motores de gasolina se suelen utilizar aceites más ligeros que en los de diésel. Esto se debe a que los motores de gasolina trabajan a una temperatura más baja y no generan tantos residuos como los motores diésel.
Tipos de sistemas de lubricación
El tipo depende de varios factores, como el modelo de motor, el combustible o el fabricante. A continuación, analizamos diferentes sistemas de lubricación.
Lubricación por goteo
El aceite se extrae por medio de una bomba y se distribuye a través de tuberías hasta las zonas que necesitan lubricación. Una vez allí, se aplica en forma de gotas sobre los elementos a lubricar. Para recuperarlo, debajo de los componentes lubricados hay un recipiente que lo recoge. Este recipiente está conectado a unas tuberías que devuelven el lubricante al depósito inicial, donde se reinicia el procedimiento.
Lubricación por gravedad
El sistema funciona por el principio de gravedad. Para ello, emplea un depósito que suministra lubricante mediante tuberías inclinadas hacia el lugar a lubricar.
Lubricación por presión
Este es el más habitual en los vehículos utilitarios. El aceite es bombeado hacia la mayoría de los elementos a través de conductos específicos.
Lubricación por niebla
El sistema transporta pequeñas partículas de aceite suspendidas en el aire, lo que le da el nombre de "niebla", desde un lubricador hasta los difusores.
Lubricación por cárter seco
Está diseñado para vehículos que circulan en condiciones de alta exigencia, como en competiciones deportivas. En vez de almacenar el aceite en el cárter del motor, se usa un depósito auxiliar alto y estrecho. Esto asegura que la bomba de suministro aspire constantemente el lubricante, lo que garantiza que el motor siempre esté lubricado y refrigerado.
Lubricación por anillo
En este sistema, el fondo del soporte del cojinete forma un depósito que se llena de lubricante. En este depósito, se sumerge un anillo conectado con el árbol de levas. Al impregnarse de aceite y girar, el anillo transporta el lubricante a la parte superior, desde donde se desliza por todo el casquillo.
Lubricación por salpicadura
Una bomba se encarga de transportar el aceite desde el cárter hasta el depósito. Cuando el cigüeñal gira, unas aspas ubicadas en los codos se impregnan de lubricante y salpican las zonas circundantes. Ello asegura una lubricación adecuada.
¿Se puede utilizar el mismo aceite en motores diésel y gasolina?
En general, se recomienda no utilizar el mismo aceite en motores diésel y gasolina. Estos motores tienen diferentes características y necesitan distintos tipos de lubricantes para funcionar correctamente. El motor diésel trabaja a temperaturas más altas y genera más residuos que el de gasolina. Por eso requiere un aceite con mayor capacidad de limpieza y un índice de viscosidad más elevado. Si no sabes cuál emplear, tenemos un artículo que te ayudará a saber qué aceite lleva el motor de tu coche.
Es importante que sigas los consejos del fabricante del automóvil y que uses el aceite adecuado para tu motor. No hacerlo puede provocar un mal funcionamiento del vehículo o, incluso, daños irreparables. En Repsol puedes comprar online lubricantes de alta calidad. Consulta nuestro catálogo de aceites para motor y recíbelos en 24/48h laborables sin costes de envío.