¿Cómo purgar radiadores?
A continuación, te explicamos cómo se purgan los radiadores en tres pasos.
1. Espera a que la caldera se enfríe por completo
Espera entre dos y cuatro horas para que se enfríe del todo. Una vez que haya transcurrido ese tiempo, procura acercar la mano sin quemarte para comprobar si no hay calor (sobre todo, en la parte superior del dispositivo).
2. Depura la llave para eliminar el aire
El siguiente paso es abrir la llave del todo con un cubo justo debajo. Cuando lo hagas, empezará a salir el agua en pequeñas cantidades, pero luego lo irá haciendo de un modo más uniforme y cuantioso. Es importante que esperes unos diez minutos como mínimo, hasta que no expulse más, ni tampoco aire.
3. Revisa que la presión de la caldera sea correcta
Tan pronto como hayas terminado el proceso, los conductos estarán vacíos, por lo que la presión descenderá. Lo recomendable es que se sitúe entre los 1 y 1,5 bares para que funcione de manera óptima. En caso de que haya un nivel mayor o menor, ajústalo antes de ponerla en marcha de nuevo para evitar averías.
¿Purgar radiadores con la calefacción encendida o apagada?
En el momento que vayas a purgar tu radiador, la calefacción ha de permanecer siempre apagada, con independencia del tipo o del combustible que utilice. La principal razón es la seguridad, pues recuerda que el agua estará caliente si el aparato permanecía encendido recientemente, con el riesgo de quemaduras que ello pudiera suponer al manipularlo. En este punto, te recomendamos que emplees guantes.
Por otro lado, si lo haces cuando está activa, corres el riesgo de que los conductos se quemen. El paso de líquido en su interior es algo lento, así que acabaría produciendo abrasiones si fluyera a altas temperaturas. Asimismo, considera que buscamos el paso del aire hacia la parte superior del equipo para que el agua quede más cerca de la salida y salga con mayor rapidez.