Potencia contratada
La potencia contratada juega un papel fundamental a la hora de cargar tu coche en casa. Nos referimos a la cantidad de energía eléctrica que la suministradora pone a tu disposición para que la utilices en tu vivienda. Esta potencia afecta de manera directa a la velocidad de carga y a la eficiencia durante el proceso de recarga del vehículo.
Como es lógico, con un contrato de baja potencia, llenar la batería del coche te llevará mucho más tiempo. Esto se debe a que la cantidad de electricidad recibida por el vehículo cada minuto estará muy limitada. Además, puede que esto genere sobrecargas en la instalación eléctrica de la vivienda, creando problemas en el suministro eléctrico.
Por el contrario, si cuentas con un contrato de alta potencia, reducirás significativamente el tiempo que tardas en cargar tu coche eléctrico.
Te recomendamos hacer una estimación de cuántos kWh necesitarás cada día para recargar la batería de tu vehículo eléctrico. Así, podrás ajustar la potencia contratada de acuerdo con esas necesidades.
Punto de recarga
Uno de los aspectos fundamentales para poder cargar tu coche eléctrico en casa es contar con un punto de recarga, también conocido como cargador. Un punto de recarga te permite conectarte a la electricidad y cargar tu vehículo de manera segura y eficiente.
Hay diversos tipos de cargadores. Cada uno tiene sus características y se adapta mejor a las necesidades específicas de cada usuario. Los más comunes son:
- Los cargadores de enchufe. Son los más básicos y económicos del mercado. Se caracterizan por ser fáciles de instalar y pueden cargar tu vehículo eléctrico en unas ocho horas.
- Los cargadores de pared. Estos son algo más complejos y requieren de una instalación especializada. Entre sus ventajas destaca que son más rápidos que los cargadores de enchufe, y pueden cargar tu automóvil eléctrico en unas cuatro horas.