Instalar y activar un punto de recarga no es un proceso inmediato, puede pasar bastante tiempo desde que se hace la obra hasta que está activo. Esto implica que un punto de recarga puede estar instalado, pero inoperativo durante meses por la espera de trámites administrativos.  Algunas de las barreras administrativas son:

• Obtención de licencias. Las normativas de autorización son diferentes según el Ayuntamiento y la Comunidad Autónoma, esto complica y ralentiza el proceso.
• Gestión con las empresas distribuidoras. Es obligatorio solicitar permiso de acceso y conexión a la red de distribución. En muchas ocasiones este trámite se demora meses debido a tiempos de respuesta, exigencias y validaciones de las distribuidoras.
• Legalización en industria. El proceso de registro para la legalización en industria también es diferente según la Comunidad Autónoma y, en caso de que no se pueda hacer telemáticamente, se demoran más los tiempos.

Las obras de instalación del punto suponen únicamente 2-3 semanas de trabajo, pero debido a las barreras administrativas, el proceso completo hasta la activación puede alargarse de 1 a 2 años.