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El puente térmico en la ventana es una de las principales causas de que la vivienda tenga un mal aislamiento. La consecuencia más patente es que necesitarás usar más la calefacción, con el gasto de electricidad que esto conlleva. Incluso habrás notado la proliferación de humedad en las paredes y en las esquinas de los techos.
¿Qué puedes hacer ante esta circunstancia? Lo cierto es que se trata de una situación cada vez más común, pero a la que puedes poner solución. Queremos mostrarte cómo hacerlo y aumentar el confort de tu vivienda durante el invierno.
Podríamos definirlo como una fuga de calor que se produce por un aislamiento defectuoso o deteriorado por el paso de los años. Generalmente, consiste en la transmisión acelerada de calor desde el interior de una construcción hacia el exterior. Este fenómeno, que se produce porque no hay resistencia térmica, es vital para entender cómo aislar la casa del frío.
Los revestimientos de metal —como las puertas y ventanas de aluminio— nos permiten comprender mejor qué es el puente térmico. Es un material que conduce muy bien la temperatura, con lo que se calienta rápidamente desde que le da el sol.
En principio, cualquier espacio que dé hacia el exterior es propenso a que se produzca un puente térmico. Sin embargo, hay que tener en cuenta los materiales y también el revestimiento de la edificación. A continuación, te indicamos los tres lugares donde es más probable que se desencadene por el efecto del tiempo.
Los muros de una casa suelen tener un núcleo de metal forjado. Como este está atravesado por el suelo, justo en la unión entre ambos hay una fuga de temperaturas. Esta es una de las razones por las que la zona inferior de una estancia tiende a estar más fría que la superior.
Este es un material muy fino que, por lo general, no cuenta con la capacidad para resistir los cambios de temperatura sin transmitirlos. Los que están en las ventanas suelen estar preparados, pero no siempre es el caso. Los cristales decorativos son los que presentan mayores fugas, sobre todo si están compuestos por otros materiales, como el vidrio.
Los marcos suelen estar fabricados con metal, que conduce el calor hacia el exterior de la casa. Incluso aunque estén sellados para no dejar pasar el aire, es posible que no estén preparados para aislar la vivienda. Esto sucede tanto con los de aluminio como con los de hierro.
Según la causa y el punto donde se originen, podemos distinguir varios tipos de puentes térmicos. Es importante que sepas identificar cuál se da en tu casa antes de plantear las posibles soluciones.
Pueden darse en los pilares de la edificación o en las fachadas, y se deben a un mal aislamiento durante el proceso de construcción, así como a la degradación de los materiales.
Se desencadenan cuando un cerramiento atraviesa a otro, con la diferencia de materiales que puede haber. Por ejemplo, cuando la fachada se une a la solera o las cubiertas a la fachada.
Están presentes en las esquinas de la vivienda y son los responsables de muchas de las humedades que aparecen en el techo. Estas se deben a la condensación, sobre todo cuando llueve.
Partiendo de lo que hemos analizado en puntos anteriores, la rotura de puente térmico en ventanas es el aislamiento que estas pueden tener de fábrica. Debe darse tanto en los cristales como en los marcos, y es crucial para aumentar la eficiencia energética y minimizar la condensación cuando hace frío en el exterior de la edificación.
¿Cómo se hace para que cumplan con esta característica? Generalmente, se consigue mediante tres sistemas:
Las pautas anteriores son idóneas para las ventanas, pero ¿qué puedes hacer para evitar que se produzca un puente térmico en tu casa? Nuestro consejo es que empieces cuanto antes, ya que la probabilidad aumenta a medida que lo hacen los años de la construcción.
La espuma de poliuretano es una de las soluciones más eficaces y asequibles hoy. Puedes rellenar con este material las zonas donde haya un peor aislamiento, como los tabiques más expuestos al exterior. Además, es importante hacerlo alrededor de las ventanas y las puertas. Esta es otra de nuestras pautas sobre cómo ahorrar en calefacción y, de este modo, reducir tus facturas.
Se trata de un recurso que está ganando popularidad y que funciona gracias a su excelente espesor y grosor. Es posible incorporarlas en las fachadas, los suelos o en los tabiques. En este caso, es necesario efectuar una obra para su instalación, aunque no es tan complicada como la que se requiere para eliminar algunas humedades.
La tercera opción es cambiar todos los elementos de carpintería. A pesar del coste inicial, es una buena inversión a medio y largo plazo. Escoge puertas y ventanas con rotura del puente térmico (puertas y ventanas RTP), que también aislarán tu hogar del ruido.
Estas son las alternativas disponibles para romper el puente térmico de la ventana y prevenirlo en el resto de la casa. Recuerda que es mejor hacer una pequeña inversión en prevenir su aparición que el desembolso que requiere solucionarlo. El uso de los materiales adecuados y de equipamiento de carpintería aislante siempre será la opción más adecuada.
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