Las últimas soluciones en climatización están dibujando un nuevo escenario. Hasta hace no mucho tiempo, los consumidores solo tenían un par de opciones entre las que elegir, y sus precios no siempre eran asequibles. Sin embargo, el mercado ofrece ahora varias propuestas que se adaptan a tu bolsillo, como es el convector eléctrico.
Muchas personas no han oído hablar de este dispositivo, y quizás este sea tu caso. Otras lo confunden con el calentador, pero te adelantamos que hay diferencias bastante significativas. Escoger entre uno u otro dependerá de tus necesidades, y nosotros vamos a guiarte para que hagas la mejor elección.
Es un dispositivo de climatización que calienta el aire mediante la resistencia eléctrica. Para ello, recurre a la corriente, que aumenta la presión y, por tanto, hace lo propio con la temperatura. Funciona de manera progresiva agilizando la circulación del aire, que asciende desde el suelo hasta el techo.
Los modelos más recientes incluyen un ventilador que potencia la circulación y permite dar más calor en menos tiempo. Además, están dotados de mecanismos de seguridad, como un controlador de sobrecalentamiento o un programador horario. Incluso hay marcas que los venden junto con un depósito para aromatizar la habitación.
Pero ¿cómo puedes saber si este es el dispositivo que necesitas? Los convectores están pensados para quienes desean dar confort a espacios de pequeño o mediano tamaño. Como lo hacen de un modo gradual, evitan los picos de consumo que sí tienen algunos radiadores o calentadores, las dos alternativas con las que este sistema se compara habitualmente.
Cuando la OCU recomienda un dispositivo, sabemos que supone un beneficio para los consumidores. En este caso, se trata de una de las propuestas mejor valoradas del organismo por su potencial para cualquier vivienda, especialmente para las de tamaño mediano. A continuación, te mostramos otras ventajas de las que podrás aprovecharte.
Un convector eléctrico calienta el aire con la resistencia de la corriente eléctrica, que no contamina el entorno. Con su uso (incluso si es prolongado) no se emite ningún tipo de partículas nocivas. Es decir, no genera gases de efecto invernadero, que son los que se señalan como causantes del cambio climático.
El hecho de que funcione de modo gradual implica también que es capaz de retener el calor. Los reactores eléctricos están cubiertos por una capa de metal, uno de los materiales que mejor retienen y transmiten la temperatura. Como resultado, podrás disfrutar de un entorno cálido incluso media hora después de haberlo apagado.
Te interesará saber que la OCU define a los convectores como una opción con excelente rendimiento, muy cercano al 100 %. La razón es que generan la misma energía que gastan, que es justo lo que buscamos para que la factura de la luz no se encarezca demasiado durante los meses más fríos del año.
De acuerdo con cifras del sector, el gasto de un convector eléctrico ronda 1 kW por cada 1000 W. De este modo, un equipo medio con potencia de 2000 W requerirá unos 2 kWh. Esto, retomando los estudios de la OCU, supone un coste económico de 0,46 € por cada hora de uso, una cifra bastante inferior a otras alternativas.
El precio de compra está sobre los 60 euros en modelos de baja capacidad y los 300 euros en los que tienen mayores prestaciones. Como no requiere instalación, reducimos el gasto que te supondrá incorporarlo en tu vivienda. Como ves, es una inversión que podrás amortizar en uno o dos años.
Un calefactor puede generar el calor de distintos modos y posee siempre un ventilador para acelerar el flujo del aire. El convector puede tenerlo o carecer de este (no es imprescindible para que funcione bien), pero siempre se basa en la resistencia de la electricidad. Por otro lado, se considera una opción más ecológica y económica.
Además, los calefactores suelen disponer de un fluido en su interior. En la mayoría de los casos, se trata de algún aceite, que muestra una excelente capacidad para calentarse.
Un radiador recurre al agua para someterla a una mayor presión y hacer que se desprenda de su calor. Este es un proceso natural que, no obstante, requiere un cierto tiempo, aunque no demasiado. Lo más común es que calienten la habitación a temperaturas más elevadas.
De igual modo, un radiador recurre a la irradiación de calor, es decir, a emitirlo directamente a los objetos cercanos. En el caso del convector, el aire llega más lejos en la estancia.
Como parte de nuestras propuestas para ahorrar en invierno y también durante el próximo otoño, te mostraremos ciertos consejos. Comprobarás cómo el gasto energético es menor a corto y medio plazo:
Ya conoces cuáles son las principales características y ventajas de un convector eléctrico. Nuestro consejo es que escojas un modelo con elevada eficiencia energética y, después, que consultes nuestras tarifas de luz para ahorrar mes a mes. ¡Ha llegado el momento de dar el cambio!
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