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El mercado de aires acondicionados ha crecido en los últimos años de manera considerable. Pero ¿se les saca el máximo provecho a estos aparatos? Además de proporcionar un ambiente agradable y fresco en verano, pueden ofrecernos otras ventajas. Con este propósito, hemos preparado una pequeña guía con toda la información que necesitas saber sobre ellos.
Hay 5 modos principales de aire acondicionado. Obviamente, tu aparato puede disponer de otros adicionales, pero los que te enumeramos a continuación son los fundamentales.
Este es uno de los más usados por su versatilidad. Detecta de manera automática la temperatura de la habitación y emite aire para suavizarla. Si está demasiado caliente, pone en marcha el compresor con el objetivo de enfriar el interior. En caso contrario, activa la bomba de calor para subir unos grados y mejorar también la sensación térmica.
El compresor es el encargado de someter el aire a una elevada presión, manteniéndolo en contacto con fluidos refrigerantes. Como resultado, lo expulsa a bajas temperaturas para enfriar la habitación. Habitualmente, este aire permanece en la parte inferior de la estancia, por lo que el suelo será lo primero en enfriarse.
Procesa el aire que obtiene para bajar su humedad lo máximo posible y expulsarlo hacia la estancia. Por consiguiente, ayuda a reducir también la que hay en el ambiente. ¿A que no sabías que puedes utilizar tu climatizador como deshumidificador? Pues la clave está en activar este modo, conocido como dry en muchos modelos.
El aire acondicionado tiene una bomba de calor que se activa en este modo para generar aire a elevada temperatura que después reparte por el espacio. Para ello, se basa en la termodinámica, lanzando el aire caliente hacia el suelo y dejando que ascienda para acumularse en la parte superior.
Hay ocasiones en las que solo es necesario que el aire circule, con independencia de si lo hace a altas o bajas temperaturas. De hecho, lo más frecuente es que se enfríe al entrar en movimiento (depende de dónde esté colocado el emisor). Para lograrlo, este modo activa el ventilador que está incorporado al aparato.
¿Qué diferencia tienen los modos de funcionamiento respecto a los anteriores? Los que abordaremos ahora son maneras de optimizar el uso del equipo para reducir el consumo energético, ajustándolo a las exigencias técnicas de la estancia o a la hora. No obstante, hay otras acciones importantes que, más adelante, comentaremos.
El rendimiento depende del dispositivo, pero se puede ahorrar una media del 30%. Este modo modera la temperatura de emisión para que no sea excesivamente alta ni baja. Existen modelos que, además, disponen de unas aletas con las que remover el aire y generar un efecto de ventilación.
Esta es otra clave para ahorrar energía con el aire acondicionado, dado que reduce la utilización del compresor para enfriar. Funciona como si fuera un ventilador, haciendo circular el aire de forma mecánica. Asimismo, sirve para regenerar el ambiente cuando no hay necesidad de graduar la sensación térmica ni la temperatura.
Probablemente, tu equipo de climatización posee unas lamas que emiten y dirigen el flujo. Con la opción swing, se desplazan hacia arriba y hacia abajo (o hacia los lados, en algunos aparatos). Así, la estancia se calienta o se enfría de una forma más rápida gracias al impulso que proporcionan.
Algunos modelos incluyen la posibilidad de mantener las lamas en una determinada posición. De esta manera, el flujo siempre se enfoca en la misma dirección, lo que sirve para enfriar o calentar antes una parte de la estancia. Con frecuencia se utiliza en habitaciones de gran tamaño, como salas de estar.
El temporizador suele venir junto con el modo dormir, aunque cada uno cumple una tarea diferente. El primero, permite programar el aparato para que deje de funcionar pasadas varias horas (las que se estipulen). El segundo, por su parte, se encarga de minimizar el ruido (algo esencial durante la noche).
Además de contarte cuánto consume el aire acondicionado, te damos las claves para que su uso sea lo más eficiente posible:
Respecto a los programas anteriores, nuestro consejo es que priorices el eco y el fan. Recuerda que el compresor y la bomba de calor son los sistemas que más energía requieren. Por lo tanto, evita su utilización en la medida de lo posible.
Como has visto, sacar beneficio de tu aire acondicionado es posible. Nuestro consejo es que explores los distintos modos que posee, adaptando su uso a las necesidades de tu vivienda. En Repsol te proponemos, además, que descubras nuestras tarifas de luz para potenciar tu ahorro mes a mes. ¡Solicita más información!
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