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Casas pasivas: el impacto de fomentar la arquitectura bioclimática

Hoy en día, nadie puede negar que estamos en plena transición ecológica. La humanidad busca afrontar el calentamiento global desde las estrategias de mitigación y adaptación. Esta última, en concreto, es posible gracias a la arquitectura bioclimática, una oportunidad para desarrollar un futuro más sostenible.

¿Has oido hablar del concepto de Passivhaus? Queremos que lo conozcas en profundidad y que comprendas por qué está adquiriendo tanta importancia en nuestro tiempo. Como verás, esta alternativa cuenta con múltiples ventajas de la que también te puedes beneficiar a medio-largo plazo. 

¿En qué consisten las casas pasivas? 

 

Probablemente, alguna vez hayas contemplado una casa pasiva, caracterizada por un concepto minimalista, con líneas rectas y tonos claros. Muchas personas consideran que tiene solo unos años de existencia, pero la realidad es que se remota mucho más atrás. ¿Sabes hasta cuándo? Hasta los años 20 del siglo pasado, con la aparición del modernismo arquitectónico.

Son construcciones diseñadas con el fin de minimizar el consumo energético y maximizar la eficiencia térmica. Para ello, se siguen distintos principios bioclimáticos que buscan adaptar los inmuebles a las condiciones meteorológicas de la zona. Entre ellas, destacan tres con especial incidencia para la vida humana: 

  • La ventilación, que influye sobre las temperaturas. 
  • El aislamiento térmico, que reduce la necesidad de usar climatización. 
  • La radiación solar, que otorga oportunidades de aprovechamiento energético. 

El propósito, en todos los casos, es reducir la demanda energética. Obviamente, se busca siempre mantener un entorno agradable para las personas que habitan la vivienda. Con esta base, se recurre a un concepto envolvente, es decir, aislar el edificio mediante ventanas, techos y suelos más eficientes.

Hay un mito que queremos derribar, y es que las casas pasivas no utilizan ventilación mecánica. Como es lógico, tienen que recurrir a esta, igual que a sistemas de climatización artificial. Ahora bien, la diferencia es que lo hacen de una forma responsable, aprovechando las propiedades del entorno en la medida de lo posible. 

¿Qué es la arquitectura bioclimática? 

 

La arquitectura bioclimática es el enfoque técnico que engloba la tendencia anterior. Está basada en potenciar el impacto de los recursos naturales, pero solo de los que se encuentran en el entorno de la vivienda. Así, aumentar la eficiencia energética del inmueble mediante elementos como el clima, la orientación solar o la topografía es posible.

Sus objetivos están estrechamente vinculados con los del Passivhaus. Para conseguirlos, recurren a distintas técnicas que tienen la peculiaridad de ser útiles durante todo el año: 

  • Diseño aislante y eficiente, a través de materiales densos y procedimientos de infiltrado en tabiques. 
  • Regulación de la temperatura interior aprovechando la orientación del terreno. 
  • Integración de espacios verdes y vegetación, tanto en el jardín como en las fachadas o la azotea. 

Por otro lado, te interesará saber que buscan fomentar el uso de las energías renovables. Durante los últimos años, la solar híbrida es la que más está creciendo en popularidad. Precisamente, lo ha hecho gracias a la posibilidad de dar calefacción y ACS (agua caliente sanitaria) al mismo tiempo, así como de aprovechar mejor la radiación natural.

Hay dos objetivos que son irrenunciables a la hora de construir una casa bioclimática. Por un lado, asegurar la eficiencia energética y la sostenibilidad del inmueble a la vez que se reduce la huella de carbono. Por otro, garantizar el bienestar y la comodidad de sus habitantes, procurando que se adapten a un modo de vida más ecológico. 

 

¿Cómo se ahorra energía con este tipo de estructuras? 

 

La clave para reducir el consumo energético está en el aprovechamiento del entorno por medio de la adaptación. Elementos como las ventanas, las paredes, los techos y los suelos se diseñan para minimizar la pérdida y la ganancia de calor. Dicho de otro modo, se busca que generen un medio aislante que contribuya a garantizar la eficiencia y ahorrar energía en casa.

Hay dos momentos del año en los que se presta especial atención: 

  • En verano, con el objetivo incrementar la refrigeración del inmueble mediante la ventilación natural. 
  • En invierno, para evitar la pérdida de calor hacia el exterior y la entrada del frío.

Por su parte, la ventilación es posible gracias a medios mecánicos que contribuyen a recuperar el calor. Obviamente, resulta indispensable renovar el aire de manera constante para asegurar la habitabilidad del espacio. No obstante, debe formar un circuito controlado que garantiza una correcta eficiencia.

Las ventanas suelen contar con doble o triple acristalamiento y se incluyen marcos de baja conductividad. De este modo, son capaces de reflejar al máximo la radiación solar para mantener una temperatura adecuada. Asimismo, las bombas de calor se distribuyen de manera estratégica para dar energía al hogar.

Otro aspecto fundamental es la iluminación, que debe ser sostenible. Hasta hace pocos años, se recurría a luminarias de bajo consumo, aunque ahora se opta por las de tipo led. Son más costosas, pero constituyen una inversión a medio plazo y no generan calor hacia la estancia en la que se encuentran. 

¿Qué otras ventajas ofrece esta clase de edificios? 

 

Como habrás comprobado, estamos ante una oportunidad de futuro. Pero ¿sabes qué beneficios poseen más allá del plano ecológico? Quienes habitan casas pasivas también experimentan una mejora en su calidad de vida. Estas son algunas de las principales razones que lo justifican: 

  • Confort térmico. La temperatura interior no solo es agradable, sino que se mantiene más estable durante todo el año, evitando las fluctuaciones que causan resfriados. 
  • Menos humedad. Generalmente, se mantiene en torno al 40 - 60 %, el porcentaje recomendable para hogares. Como el aislamiento es adecuado, se evita la proliferación de moho. 
  • Emisiones de CO₂ reducidas. En muchos casos, incluso se alcanza la plena neutralidad climática, gracias a lo que se colabora con el medioambiente. 
  • Mayor aislamiento acústico. El grosor de los muros interviene también en la transmisión del ruido, tanto desde el interior como desde el exterior. 

Las previsiones son claras y dibujan un panorama que requiere un esfuerzo cada vez mayor por parte de la humanidad. El calentamiento global está obligando a la sociedad a adaptarse y la arquitectura bioclimática pretende ser una solución. Comienza a optimizar tu modelo energético con lo más básico: tu factura de la luz. Te invitamos a conocer nuestras tarifas.