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¿No te funciona la caldera? Estas son las averías más frecuentes y sus soluciones

¿No te funciona la caldera? Estas son las averías más frecuentes y sus soluciones 

La caldera de gas es un sistema que, en plena transición ecológica, debe ser cada vez más eficiente. Una de las bases para ello es el mantenimiento y la detección de problemas. ¿Te sucede que la caldera se enciende y al poco se apaga? Esta es una de las situaciones más comunes que, por suerte, tiene solución. 

Hemos elaborado un artículo con el que te ayudaremos a mantener tu caldera en perfectas condiciones durante más tiempo. Además, descubrir a tiempo una avería y repararla de la manera adecuada es clave para minimizar el gasto. 

Estas son las averías más comunes por las que tu caldera no funciona 

 

Desde una fuga de aire hasta una obstrucción en las tuberías, hay numerosas situaciones que pueden producirse en tu caldera. Según cifras del sector, su vida útil puede ser superior a cinco años, pero esto es cuestión de que le des el adecuado mantenimiento. Si la caldera no para de funcionar o, por el contrario, no se enciende, estos pueden ser los motivos. 

Incremento en la presión de la caldera 

Cuando deje de calentar de forma súbita, es decir, si la caldera no enciende, es posible que la válvula de seguridad haya saltado. Esta se acciona cuando detecta que la presión es superior a 3 bares (lo habitual es que oscile entre los 1,8 o 2). Lo hace, por lo general, para expulsar el agua que sobra y evitar que pueda averiarse definitivamente. 

Obstrucción en la salida de humos 

La salida de humos es responsable de expulsar todo el excedente en vapor generado por el calentamiento del agua. Si la caldera no arranca al abrir el grifo durante los meses más fríos del año, esta puede ser la causa. Probablemente, la nieve o el agua acumulada estén taponando el circuito de salida. 

Pérdida de agua 

Otra de las circunstancias más comunes es la pérdida de agua, lo que también desencadenará un gasto económico importante. Ocurre cuando la presión es excesiva o el vaso de expansión no funciona como debe hacerlo, aunque este problema también puede aparecer si el intercambiador de placas se ha deteriorado. 

Bloqueo en los sistemas internos 

Si la caldera funciona, pero los radiadores no calientan, revisa si se enciende la luz roja. Esta es indicativa de que los circuitos internos se han bloqueado. Es probable que el desencadenante sea un exceso de presión o un mal funcionamiento del manómetro, que no puede calcular la cantidad de gas. 

Sigue estos consejos para hacer que tu caldera funcione correctamente 

 

Sin duda, un buen mantenimiento te ayudará a que la inversión en la compra de tu caldera sea más rentable. Estos consejos harán que siempre la tengas en perfecto estado, lo que se traducirá en un mayor ahorro económico. Recuerda que con nuestras tarifas también puedes contratar nuestro servicio técnico de asistente de gas

Evita que esté apagada durante un tiempo 

Las calderas están equipadas con un sistema de limpieza interna en sus conductos. Pero cuando llevan varias semanas apagadas, se acumula tanto el polvo como el moho, entre otros agentes. Como mínimo, es fundamental que la enciendas durante unos 15 minutos a la semana. 

Equilibra los radiadores 

Revisa la distancia que hay entre la caldera y los radiadores, pues estos pueden estar recibiendo una menor energía calorífica. Dada esta circunstancia, la caldera funciona pero no calienta el agua como debería hacerlo. Nuestro consejo es que los acerques en la medida de lo posible y que los ajustes de modo adecuado. 

Fíjate en que la llama sea azul 

Una llama azul es señal de que el gas está quemándose como debe hacerlo, no así cuando es naranja o amarilla. La presión debe ser la correcta como para que libere este color. De lo contrario, llama a un especialista para que efectúe una inspección antes de que sigas gastando más combustible del necesario. 

Inspecciona la tubería de condensado 

Durante el invierno, la tubería de condensado puede congelarse interna y externamente, sobre todo en zonas de montaña. Una señal de este problema es que la caldera no calienta el agua pero sí la calefacción. Lo ideal es que la examines para descartar que se dé esta situación. Cúbrela con toallas o mantas, aunque lo mejor es que optes por espuma específica para rellenarla, como la de poliuretano. 

Purga el radiador 

Esta es una de las pautas esenciales de mantenimiento, y deberías hacerlo cada seis meses, aunque depende del modelo. Desconecta la calefacción y enciende el radiador para que el aire vaya saliendo. De esta forma, se irán limpiando los conductos internos y liberarás tanto los puntos fríos como los calientes. 

¿Debo cambiar la caldera si he tenido una avería? 

 

Si sigues los consejos que te hemos proporcionado, tu caldera funcionará mejor y minimizarás la posibilidad de sufrir averías. Sin embargo, cuando estas ya se han producido, muchas personas tienden a desecharla y a sustituirla por otra. Estas son las situaciones en las que debes hacerlo

  • Cuando la válvula de seguridad salte con frecuencia, pues significa que ya no puede controlar la presión para dar estabilidad. 
  • Cuando tenga más de diez años, dado que estos modelos no tienen suficiente eficiencia energética. 
  • Cuando se trate de una caldera estanca convencional, que también está prohibida (en este caso, ni siquiera tendrías que esperar a que tuviera un fallo técnico). 

Recuerda, por otro lado, que es primordial que un técnico la revise una vez al año. De esta forma, sabrás si está en buenas condiciones y se podrán detectar los problemas a tiempo. Hay piezas, como el manómetro o el vaso de expansión, cuya sustitución puede salirte bastante cara, así que conviene prevenir. 
Ya sabes qué hacer si la caldera se enciende y al poco se apaga. En ningún caso hablamos de una avería sin solución. Con estos consejos y con la intervención de un profesional cuando sea necesario, la mantendrás siempre en perfectas condiciones. Y no olvides que nuestras tarifas de gas te ayudarán a reducir el coste mensual. ¡Haz clic y conócelas!