Ahorra agua caliente y calefacción en tu comunidad de propietarios
El consumo de agua caliente y calefacción puede representar una parte importante de la factura energética y de gasóleo en la comunidad de vecinos. Afortunadamente, hay algunas medidas que se pueden tomar para reducir este consumo y ahorrar dinero.
Revisar la instalación
Lo primero que debemos hacer es revisar la instalación de la calefacción y el agua caliente. Es fundamental asegurarnos de que todo funciona correctamente y de que no haya fugas ni averías. Una revisión periódica puede detectar posibles problemas y evitar que se conviertan en gastos mayores.
Ajustar la temperatura
Otra medida importante es ajustar la temperatura del agua caliente y la calefacción. Si esta es demasiado alta, se estará desperdiciando energía. En el caso del agua caliente lo ideal es que esté entre 40 y 50 °C. En cuanto a la calefacción, se recomienda que la temperatura no supere los 21 °C.
Instalar termostatos y válvulas termostáticas
Los termostatos permiten controlar la temperatura de toda la calefacción de forma automática, mientras que las válvulas termostáticas ajustan la temperatura de cada radiador de manera individual. Utilizando estos elementos se evita el desperdicio de energía y se consigue una temperatura óptima en cada habitación.
Instalar grifos y duchas eficientes
La instalación de grifos y duchas eficientes es otra medida importante para el ahorro de agua caliente. Los grifos y duchas de bajo consumo pueden reducir el gasto de agua caliente hasta en un 50 %. Además, la instalación de reductores de caudal en los grifos ayudará a ahorrar agua.
Utilizar la calefacción y agua caliente de manera responsable
Por último, es fundamental no abusar del agua caliente y apagar la calefacción cuando no se necesite. Además, se puede aprovechar la luz natural y cerrar las cortinas por la noche para evitar la pérdida de calor.
Siguiendo estas medidas puedes reducir significativamente el consumo de agua caliente y calefacción en tu comunidad de vecinos.